“Toma. Y espera un momento que ya traigo el bote de basura.” – parece decir mi hermano cuando me entrega la revista que acabo de comprar en 35 soles en el mercado peruano. Con un precio de portada de 8 dólares americanos, The Amazing Spider-man terminó su ciclo en el número 700. El fin de una era que empezó hace 50 años. Y, señores, peor final no podría haber imaginado, y no tanto por lo que sucede con Peter pero sí en cómo sucede. Al terminar de leer lo que para mí sería el título insignia de la Marvel Comics por muchos años me quedé con un mal sabor de boca y esta historia reafirmó lo que vengo diciendo hace varios años: la última buena historia que se escribió del arácnido se hizo a mediados de los 80´s con “La última cacería de Kraven”. Luego de esto, los escritores no supieron que más hacer con uno de mis héroes favoritos de todos los tiempos.
Pero, bueno, ahí está DeMatteis que nos regala una bonita historia antes de poner en varias páginas todas las portadas del arácnido desde el número 1 hasta el 700. Bonita manera de rellenar espacio. Totalmente innecesario cuando las imágenes no son más grandes que tu pulgar y a duras penas puedes verlas.
Quienes moldearon a Spider-man en sus orígenes siguen vivos. Pero no creo que ni Stan, ni Steve, ni Romita Sr. estén contentos con este último trabajo representativo del título. Lógicamente, como la máquina no puede parar de tener sustanciosas ganancias han elegido el título de “Superior Spider-man” para seguir con los relatos de este nuevo representante del trepamuros.
La nostalgia, ese sentimiento que hace que defiendas lo indefendible, esta vez no funciona. Éste número debe de ser el peor número que he leído (y he leído unos cuantos) en la historia de Spidey y en verdad las únicas ganas reales que me invaden son las ganas de ir a conversar con los autores intelectuales y el editor de tamaña publicación y hacerles conocer que los lectores de la vieja escuela estamos descontentos con la dirección que tomaron para finalizar este título.
Peter -mi buen amigo- que ganas de darte un abrazo y decirte que tus escritores son unos canallas que dejaron de vivir haciendo lo que les gustaba cuando eran jóvenes y pasaron a hacer lo que deben para vivir como les gusta ahora de viejos (que es una cosa muy diferente oiga usted.)
Ben y Peter – sacúdanse en sus criptas. Dan Slott: estás en mi lista negra indefinidamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario