Pero, por qué? Está en nuestro ADN no probarlo? Tenemos miedo de cambiar la fórmula sabiendo que algo nuevo puede beneficiarnos de corto a mediano plazo? Esa reticencia humana es difícil de romper? O aceptar?
Es bueno mutar, probar y cambiar de cuando en vez.
Prueba dormir en el otro lado de la cama. Comer algo que no te gusta pero que sabes que beneficia al cuerpo. Tocar una guitarra al revés. Escribir o dibujar con la mano que menos usas. Llamar a alguien a quien no ves hace 5 o más años. Empezar a jabonarte por la última parte que te jabonas. Romper un poco el molde.
Rápidamente, te darás cuenta de todo lo que puedes hacer. Que no lo hagas siempre no significa que no puedas, sólo significa que has acostumbrado a tu cerebro a utilizar de la misma manera el cuchillo y el tenedor. Pero puedes cambiarlo, aunque sea sólo para pasar un momento de incredulidad. El abrazar algo diferente diariamente te asombrará más de lo que crees. De hecho te sacará una sonrisa. Eres tú mismo indicándole al cerebro que hoy quieres ser un poco diferente. Te demorarás un poco más, es lógico, pero te sentirás bien sabiendo que puedes hacer mucho más cosas de manera diferente que las que estás acostumbrado a hacer. También te darás cuenta que eres un ser que se puede adaptar al cambio con facilidad si te lo propones.
Hoy, en el blog, no centro las letras. Y me voy a tomar un vaso con agua con la mano derecha.
Adieu!