To do: Una lista que nunca acaba.
Somos parte de un engranaje social que tiene preparado todos los días una lista de cosas que debemos hacer. ¡Ay de tí si olvidas algo…! Por más que lo quieras, recuerda que alguien te observará y sacará rápidamente alguna conclusión (tal vez certera, tal vez errada) de la persona que eres.
Por eso, al levantarte no dudes de cumplir las obligaciones por la mañana. Tiende la cama y lávate los dientes y la cara sin chistar. Desayuna sin leer el periódico y llega pronto al trabajo. Que el jefe te vea siempre temprano y bien vestido; conviértete en un indicador de éxito andante. Saluda al mundo con aquella sonrisa que tanto practicaste en el espejo y sal a caminar los domingos temprano para realizar aquel ejercicio que tanto necesitas. Sé el camaleón que necesita el mercado.
Artífice de lo incorrecto, príncipe de lo vulgar e incorregible inconformista, siempre dudé ante la certeza de la primera respuesta. ¿Por qué colocarme las medias del mismo color? ¿Por qué el pelo corto en trabajos de saco? ¿Por qué no un poquito de anarquía con fundamento? Y el arma siempre es la misma. La inconformidad y el cuestionamiento ante lo pre establecido. Si funciona para tu carácter bien. Y si no, descubrir cómo hacer que las cosas funcionen a tu propia manera es la manera más sensible y honesta de vivir, siempre y cuando no interrumpas ni le faltes el respeto a nada de lo que los demás crean. Respeta y serás respetado.
La mirada de mis compañeros de trabajo siempre me indicaba lo mismo. Reían conmigo cuando el jefe no estaba presente. Se callaban cuando llegaba la autoridad. Confraternizaban en la sala de almuerzo. Pero veía la preocupación de sus caras al acomodarse las corbatas cuando llegaba a la sala algún tipo con un poco más de autoridad o rango. Siempre me pareció un poco gracioso el sudor que emanaba de algún cuerpo preocupado. Nunca me pareció muy graciosa la sonrisa de quien tiene que reírse ante el chiste del jefe.
No es hipocresía per se; es también, un poco de miedo, ese miedo que atrae al silencio instantáneo cuando entra aquella figura a la que le debes mostrar respeto. Y como a mí la sonrisa me salía tan natural ante una regla social que nunca estuvo muy bien fundamentada porque, hasta lo que yo se, ese tipo no sabe más que yo entonces…nada. Me reía del silencio. Y el silencio, en algunas instancias, es gracioso. Como cuando te miran mal por no atender en clase. Porque en realidad no te importa lo que estén diciendo. No toca tus fibras ni sentidos el saber que mañana será un buen día porque tu compañía habrá vendido más de la cuenta. No te da alegría porque no es tu visión, así de simple. Así que decidí crear mi propia visión y echarle ganas a algo que me interesa. La música y la lectura es lo mío.
Suficiente sobre mí. Déjame preguntarte, ¿qué es lo que más te gusta hacer? Y cuando nos sorprendes con algo de tu visión? Nunca es tarde para empezar, así que ponte a trabajar y demuéstrate lo bueno que eres en lo que más te gusta. De paso que le callas la boca al mundo y nos sorprendes uno de estos días.
Un libre abrazo a tu conciencia e imaginación.
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