sábado, 9 de noviembre de 2013

GOOD HOPE?....YOU WISH!

Ayer por la noche tuve que ir a emergencia de una clínica de buena reputación ya que ella se había accidentado en la ducha. Había caído de lado y el antebrazo le dolía. Rápidamente, agarré la tarjeta del seguro, me puse las primeras zapatillas que encontré y manejé hasta la clínica. Previamente ella había ingerido una pastilla para el dolor pero no funcionaba. Eran las 11 de la noche cuando entramos por ese lugar denominado “emergencias”. Ese lugar que se supone brinda cierta tranquilidad al paciente ya que se entiende que uno va a ser atendido con un poco más de agilidad que aquella persona que entra por la puerta principal. Ouch! El brazo le dolía…así que, por emergencias, ingresamos al local.
Un huachimán se encontraba en la puerta. Nos indicó por dónde debíamos gestionar el tema del seguro y que seríamos llamados a la brevedad posible. Resulta que la brevedad posible fue de media hora. Ella estuvo sentada en diferentes posiciones para que el dolor y la molestia pasaran de un lugar a otro, como queriendo sanar sola ante la ineficiencia del recinto. Salió una enfermera y la llamó por su nombre. Cuando quise ingresar con ella, la enfermera me indicó que sólo los pacientes deben ingresar por la puerta de atención. Ella se fue sola, nadie ofreció una silla de ruedas; menos un calmante. Menos mal había tomado una pastilla antes de salir (a ella le encomendé mi espíritu sarcástico y malhumorado). Sabía que la clínica a la que me había dirigido era buena, muchas personas me lo dijeron;  tal vez era mi mala nube viniéndome a visitar nuevamente.
Acto seguido me senté a esperar en una sala llena de pacientes en espera. Ofrecí el asiento a una persona mayor que yo pero me miró y me dijo que no lo requería ya que había estado sentado bastante tiempo (también esperando). Mientras ella era atendida, me escabullí por la salida para ver el letrero que identificaba a este local como uno que podría cubrir mi seguro, ya que tuve un pequeño escalofrío por la espalda y éste me hizo confundir las letras pensando que había terminado en el Rebagliati o algo así. No; las letras eran claras. Estaba en el lugar en donde debía estar, el más cercano a esa hora, cubierto por el seguro, en el distrito en donde vivo.
Me acerqué donde el huachimán para pedir información. Habían pasado 45 minutos y no tenía mayor información. Me dijo que el no sabía nada. Mire a mi lado y ví un mural que representaba a Jesús ayudando a un paciente. Lo miré una vez más y me dije “Dios...ya vas a terminar con ese paciente? Para ver si ves al mío un ratito.” El huachimán me miró perplejo.
 Entre broma y broma estaba bastante preocupado.
Pasó una hora y ella salió agarrándose el brazo. Cuando la ví me dijo: “Me quiero largar de este lugar. La enfermera me ha tomado la presión y luego vino una doctora que me dijo que iban a tomarme una radiografía. Hace una hora. Y nada.”
Cuando me acerqué al mostrador a reclamar mis “derechos de ciudadano y por eso está la patria así, caramba,devuélvame mi tarjeta del seguro, que se han creído ustedes, cúal es su página de facebook, hombre, que van a saber de mí y muchos blá blá blás más, nos fuimos del local.
Encendí el carro y luego la miré y me dijo sentirse mejor. Gracias, Dios. Cuando el humano no se compadece siempre hay una pastilla salvadora. Y recién hacía efecto. Leí el letrero una vez más.
Good Hope.
“To Whom?!? To those who arrive first?!?”
Buenas noches señores, espero que la próxima persona que entre por Urgencias sea tratada de la manera en que se merece.  Pero, por si acaso, tómense una pastilla para el dolor y siéntense tranquilos a esperar su turno.
“GOOD HOPE” COME TO THOSE WHO WAIT…FOR OVER 2 HOURS?!? DAMN, I´M OUTTA HERE.
Pd: El tipo que me entregó la tarjeta me dijo que no tenían facebook pero, saben qué? Si tienen una página! Mira tú… que bien, no? Consideren a su web como visitada por esta entrada en mi propio blog también.

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