jueves, 15 de diciembre de 2011

Construyendo las ideas sonoras.

Hoy empezamos formalmente a grabar el álbum. Lógicamente, como buenos músicos, nos levantamos temprano porque debíamos estar en el estudio a las 8:30 am y yo, por salir corriendo del departamento, no me dí cuenta de que el cierre de mi mochila estaba abierto y se me cayó la laptop al concreto. Menos mal, creo que no pasó nada.
 Como dejar afinada la batería es un trabajo técnico y largo (y eso lo ven los mismos bateristas) este pechito ha decidido empezar a escribir sobre el proceso de grabación. Un pequeño desayuno, un par de viejos chistes para despejar el sueño que todavía habita para aquellos que nos acostamos tarde generalmente y listos. Escuchamos algún track que previamente hemos venido grabando como “demos” para darle a la primera canción el golpe correcto y creamos la buena vibra entre los músicos de sesión que saben lo que deben hacer en cada canción.
Terminamos la sesión de este día a las 5:40 pm y grabamos 12 tracks de batería (lo cual en realidad es un logro) pero el ensayo constante demostró ser efectivo. Ahora el trabajo del productor es editar los tracks de batería para poder grabar guitarras y bajos antes de meter a los demás layers que serán una secuencia de instrumentos raros y violines y cosas así. El trabajo es largo pero le estamos poniendo todo el cariño suficiente como para que quede tal como lo tenía pensado hace ya tantos años en mi cabeza. Además tengo que sacar este producto lo antes posible porque la creatividad no espera y empiezan a cocinarse varias canciones que estaré componiendo mientras terminamos de grabar este primer disco.
Empiezo a vislumbrar un pequeño hijo con años de gestación pero decidido esta vez a salir del vientre. Como uno no puede ser objetivo con su propio hijo dejaré que los demás lo juzguen pero para mí es algo hermoso que hará que me quite algo de mis trapos viejos y que me presente como soy, me veo y me ven. Los sonidos de mi alma son reconocidos por muy pocas personas pero esta vez, el que quiera escucharlos tiene la puerta abierta por tiempo limitado. Los grandes errores de mi vida, esos que siempre me acompañan como fieles compañeros, se han vuelto canción y han construido al ser humano que habita aquellos lugares personales de la conciencia y en el que muchas veces hemos aprendido a jugar solos. Mientras el juego no muera, habitaré feliz por estos cuartos de mi imaginación que a veces tienden a sorprenderme en los momentos menos pensados.
I´m out.

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