lunes, 2 de mayo de 2011

Cigarro y café...

Alrededor de mi alma girò, eterna en su gracia, un hada  que mintiò.
No vislumbre otro mundo, que no sea èse, mientras fui feliz.
Cada pètalo de rosa era una nueva canción escrita en la brevedad del tiempo.
Cada pregunta hallaba respuesta en el juego de seducción que tenìamos por las noches…”
Todo empezó como un cuento, en un lugar que ya no recuerdo, con una mirada furtiva, con una sonrisa callada, con un pensamiento lascivo tirado en el aire.
Recuerdo que odiábamos la monotonía y cualquier momento era perfecto para escaparnos del dìa a dìa. Cualquier bar, entre discusiones de arte y música que nos encantaban. Bailabamos hasta el amanecer; cantábamos hasta el amanecer. Nos mirábamos por horas y discutìamos de lo hipòcrita y cretino de este mundo mientras pedìamos dos bebidas mas. Luego las palabras se terminaban en medio de la nada mientras ella jugaba con el vino y me lanzaba una de esas miradas que me lo decían todo sin decir nada. Me decía que era tarde, que debería dejarla en casa…y me seguía mirando. Basta. La tomaba entre brazos primero delicadamente, luego cada vez la abrazaba mas fuerte y se quedaba conmigo. Besarnos y descubrirnos después de una noche intensa lo hacìa mucho mas perfecto…adorable, interminable, inagotable. Recuerdo risas, juegos, pecas, tatuajes y amaneceres perfectos. Me dijo que me querìa y mordía mi labio inferior. Sentìa su aliento en el corazón y escuchábamos a Feist todas las noches que querìamos estar solos….
Un dìa se fue.
Asì de fácil; se fue. Me quedè con mi guitarra y un teclado viejo haciendo lo que creìa que eran canciones de amor.
Ahora, solo los acordes tristes me persiguen, despertándome por las noches pidiendo que los toque. Y yo quiero hacer la canción perfecta para poder ser feliz, dejar una huella en el mundo tan grande como ella la dejó en mì…y se me hace tan triste y difícil. “We all go round and round…” nos cantaba Feist cada vez que estábamos juntos, como pregonando que no iba a durar…
Su nombre preferí olvidarlo asì como olvidarè la letra de tantas canciones, olvidarè tantos sentimientos, vivirè riéndome de mí mismo solo para que no me pregunten nada, no me molesten y pueda salir de preguntas incòmodas como la que yo le hice a Dios cuando ella se fue…la respuesta es la misma…silencio absoluto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario